José Luis Martín Descalzo Knihy

«Dicen que la gran enfermedad de este mundo es la falta de fe o la crisis moral que atraviesa. No lo creo. Me temo que lo que está agonizante es la esperanza, el redescubrimiento de las infinitas zonas luminosas que hay en las gentes y cosas que nos rodean». Estos son algunos de sus capí 1. Querido ladrón; 2. La hierba crece de noche; 7. El relámpago gris; 23. El arte de reírse de uno mismo; 51. Sardinas con chocolate...

«El gozo que van a pregonar estas páginas no es el que se experimenta porque las cosas vayan bien, sino el que no cesa de brotar ‘a pesar de que’ las cosas vayan cuesta arriba. Este libro prolonga mi testimonio de fe en la vida, con minúsculas, y en la gran Vida». 1. El sacramento de la sonrisa; 2. El gozo de ser hombre; 3. Aprender a ser felices; 21. Alcanzar las estrellas; 70. Mientras cae la nieve... y hasta 81 «razones para la alegría»

Con la guerra civil,«lejana y próxima a un tiempo, quizás más temida por invisible», como telón de fondo, Primera memoria, Premio Nadal 1959, narra el paso de la niñez a la adolescencia de Matia la protagonista y de su primo Borja. Los dos viven en casa de su abuela en un mundo insular ingenuo y misterioso a la vez. A través de la visión particularísima de la muchacha sin madre y con padre desaparecido asistimos a su despertar a la adolescencia, cuando, roto el caparazón de la niñez, ciega y asombra y hasta a veces duele el fuerte resplandor de la realidad. Una intensa galería de personajes constituye el contrapunto de su vertiginosa sucesión de sensaciones. Y es que en unos meses, Matia descubrirá muchas cosas sobre «la oscura vida de las personas mayores». Melancólica elegía de la perversión de la inocencia, Primera memoria es, sin lugar a dudas, una de las mejores novelas de Ana María Matute.

Cuarta entrega de artículos sobre las razones que nos ayudan a vivir. En este caso concreto, la presente serie de textos es el fruto de su comunicación semanal con los lectores durante casi cuatro años. Y tiene como trasfondo vital concreto la enfermedad renal de José Luís Martín Descalzo y las diálisis a las que se fue sometiendo durante dichos años. También desde la experiencia del dolor resulta posible ofrecer a otros razones de vida.

Cada libro de Martín Descalzo, en esta dorada plenitud de sus anos cincuenta, es una fruta en su punto. Viendo, palpando o gustando un melocotón rozagante o una naranja esplendorosa, he pensado muchas veces que cualquiera de estas piezas demuestra por si sola la existencia de Dios. Es como una sexta "Vía" sobreañadida a las cinco clásicas de Santo Tomas. lo que se sabe a ciencia es que resplandece mas en una manzana exacta: si el arte o la razón, si el corazón o la mente de su hortelano Dios: Que bien combinan, en el y en nosotros, el talento y el amor! Con ambos ingredientes amasa su arcilla y modela sus figuras José Luis Martín Descalzo. Esta vez se ha traicionado un poco al descubrirnos su intento desde el titulo mismo del libro: Razones Para El Amor, que de algún modo valdría también para denominar toda su producción literaria. El amor empuja el mundo y desemboca en la eternidad. Es la ley de la gravedad en la física del espíritu y mueve los engranajes de la vida y de la muerte. No hay que buscarle sentido al amor en otras instancias porque es un fin y no un medio; porque en su raíz y en su copa coincide con Dios.