Jose M. Faraldo Knihy

This collection of articles on Polish history after 1945 begins with a study of the reconstruction of Polish towns after the World War II, presenting how ideological images of the nation transformed the physical form of urban landscapes. The book devotes also a long part to individual identities, exploring the most intimate level of representation of consciousness: autobiographies of Polish immigrants into former German territories. The last two articles explore the identitarian adaptation of Polish anticommunist emigrants in Spain and the possibilities of dispute about Europe at the beginning of Communist regimes in Poland and Central Europe. The book puts problems of private identities in the context of European discourses, showing how politics are a part of individual lives, too.

Die kommunistischen Machthaber misstrauten der Idee der europäischen Einheit zutiefst. Der westeuropäische Integrationsprozess stellte in ihren Augen einen feindlichen Zusammenschluss imperialistischer Staaten dar, die unter der Führung der USA gegen das sozialistische Friedenslager kämpften. Der Bandspürt in deutsch- und englischsprachigen Beiträgen den Europabildern und Europakonzepten in zahlreichen Ländern östlich des Eisernen Vorhangs nach. Die Autoren untersuchen offizielle Europa-Diskurse und oppositionelle Gegenvorstellungen in den einzelnen Warschauer Pakt-Staaten sowie in Emigrantenkreisen. Die Befunde zeigen, dass im sozialistischen Lager nicht nur kritisch abwehrend, sondern oft auch zustimmend nachgedacht wurde.

Las ocupaciones nacionalsocialistas y las de la Unión Soviética condujeron a miles de personas a lanzarse a una lucha oculta por defender sus patrias, sus vidas y su dignidad, tanto en el Este como en el Oeste de Europa. A causa de la división producida por la Guerra Fría nadie había intentado hasta ahora realizar una interpretación global de la resistencia contra la Alemania nazi y contra la Unión Soviética. Porque en realidad la Segunda Guerra Mundial no concluyó hasta que a finales de los años 1950, los últimos guerrilleros en España, en Grecia, en Rumania, en Lituania, en Ucrania o en los bosques polacos, se dieron por vencidos o fueron exterminados. Estos grupos partisanos habían sucedido a los movimientos clandestinos que en el violento huracán de la Segunda Guerra Mundial habían combatido contra sus respectivos invasores. Muchos de los últimos partisanos habían integrado aquella clandestinidad antinazi o antisoviética, incluso ambas. Esta es la primera historia de la Europa clandestina.